domingo, 7 de diciembre de 2014

Entrada 4: conozco mi cupo para la nivelación de carrera

Dentro de mi observación participante, el 23 de noviembre realicé mi postulación a las cinco opciones de carrera para cursar estudios superiores. En mi caso, todas las carreras elegidas incluían a la Universidad Central del Ecuador, ciudad de Quito, modalidad presencial, jornada matutina y ciclo semestral, para iniciar las clases el 02/03/2015. Mis opciones fueron: en primer lugar sociología, en segundo psicología clínica, tercero política, cuarto derecho y en quinto lugar economía.

El día de hoy supe si obtuve o no un cupo para la nivelación de carrera: pues si, obtuve para la tercera opción, es decir, para política.

Cabe señalar que antes de conocer mi cupo, tuve que aceptar nueve términos y condiciones referentes a cómo se asignan los cupos, las consecuencias de mi decisión al: aceptar el cupo, aceptar y no matricularme, o al rechazar el cupo; además, se señala que en algunos casos se presentará la opción de rendir el EXONERA (me pregunto ¿en qué casos se presenta esta opción y en qué casos no?), también se incluye información sobre qué pasa si se obtiene un cupo en una Institución de Educación Superior autofinanciada o cofinanciada, y sobre las becas no reembolsables del IECE –programa de becas nacionales Eloy Alfaro-, mencionando las líneas de becas: “de movilidad”, “para familiares de beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano”, y “para personas con discapacidad”.

Mientras leo los términos y condiciones, me siento en la obligación de aceptar el cupo, pues los mensajes que se incluyen en los términos y condiciones que afirman que “debes aceptar el cupo”; sin embargo, es la tercera opción que había elegido. Pienso que si fuera esta una situación real, me gustaría estudiar sociología que corresponde a mi primera opción y no mi tercera opción, me doy cuenta que en este preciso momento estoy frente a dos caminos de vida profesional, que conllevan a futuro una serie de decisiones que las acompañan, que van desde la inserción laboral, el círculo social a desenvolverse en el futuro, entre otras tantas. ¿Qué haría alguien que está decidido o decidida a estudiar la carrera elegida como primera opción? ¿Rechazaría el cupo a sabiendas que posiblemente en la primera y segunda repostulación no consiga el cupo que aspira? ¿Qué haría alguien que siente mucha presión de su familia, de su institución educativa, de su círculo social, aceptaría una tercera opción? ¿Qué pasa con todas y todos aquellos jóvenes que no consigue un cupo para estudiar en una Institución Pública? ¿Lograrán conseguir un cupo en los dos procesos siguientes?

Recuerdo que en el curso autogestionado al que asistí, uno de los organizadores mencionó que quienes obtienen cupo, en la mayoría de casos, éste corresponde a la tercera opción de carrera, por tanto, una de las sugerencias era que en la postulación se  incluya como tercera opción la carrera que realmente querían estudiar, así habían mayores probabilidades de obtener un cupo. ¿Cómo saber si esto es así? ¿Quién puede orientar, aclarar esto?

Recuerdo también que dos días antes de rendir el examen me cambiaron de recinto y, faltando pocas horas antes de rendir el ENES, no lograba imprimir la hoja con el cambio de recinto, lo cual era un requisito para presentarme aquel día. En esa ocasión llamé al número que se mencionaba en la página, nunca me contestaron. Además, envié un correo electrónico pidiendo ayuda, sin embargo, hasta el día de hoy no he obtenido una respuesta. ¿A quién acudir? ¿Cómo llegar a conversar con alguien, cara a cara, en tiempo real? ¿Es acaso que la institucionalidad estatal procura alejarse cuanto más puede de los sujetos de sus políticas? ¡Cuánta soledad! ¡Cuánta frustración! ¡Cuánta indignación!
 
Si bien antes el sistema no funcionaba mejor porque, como es conocido, había que realizar largas filas desde la madrugada, en muchos casos inclusive dormir a las afueras, y, en otros casos, el ingreso a la universidad pública estaba decidido por “palancas”; esas largas filas, esas largas esperas entre quienes intentaban obtener un cupo para la carrera elegida cumplían una función secundaria que ahora nada lo remplaza: la de acompañar, la de compartir las sensaciones, sentimientos, incertidumbres, malestares cara a cara. La soledad, el abandono no era por completo, había alguien cerca con quien conversar esas experiencias, tal como dice el dicho: “las penas compartidas son menos pena”, pues ahora, esa posibilidad no existe. Ojalá quienes estén pasando por este proceso estén siendo acompañados por sus familiares, por sus amigas, amigos, por alguien, creo que en este punto, es necesario el apoyo, simplemente conversar, expresar las inquietudes, las incertidumbres. Ojalá la presión no sea el motivo de su elección, sino su vocación.

Son muchos cuestionamientos los que vienen a mí, mientras veo en las redes sociales que unos festejan porque son parte del Grupo de Alto Rendimiento o porque consiguieron el cupo que anhelaban, veo otras reacciones de quienes no lo consiguieron, que expresan su malestar y su frustración.

Personalmente me causa tristeza imaginarme lo que están viviendo las y los jóvenes y sus familias. Inclusive, pienso que hay algunos funcionarios de las instituciones educativas, hombres y mujeres interesados en el proceso vital de las y los jóvenes, quienes también serán evaluados por los resultados de sus estudiantes. En este sentido, la política pública apunta a tres frentes, hacia las y los jóvenes estudiantes y sus familias, hacia las instituciones educativas de bachillerato, y hacia las Instituciones de Educación Superior. ¿Cómo hacer para también apuntar hacia la Institucionalidad Estatal? ¿Hacia los gestores y rectores de la política pública? – Parecería ardua tarea en un país en el que la igualdad de oportunidades prima como principio de justicia social.

Finalmente, rechazo el cupo y al hacerlo debo pasar por tres advertencias sobre las consecuencias de no aceptar el cupo. ¡Qué intenso! ¡Cuánta culpabilidad se maneja! Veamos qué suceda en la primera repostulación que se dará a finales de este mes.